domingo, 29 de mayo de 2011

Problemas que puede acarrear un mal uso de una red social.

Pero el fenómeno de la ocultación
de identidad no es exclusivo de los
grupos criminales, sino que afecta a
un elevado número de perfiles de
redes sociales. Arguyendo motivos de
seguridad e intimidad, el uso de datos
falsos es alentado y apoyado por
organizaciones de internautas, especialistas de la privacidad y medios de
comunicación. Actualmente,  resulta
complicado tener la certeza de
estar conversando a través de una
red social con una persona cuyo
perfil se corresponda fielmente a la
realidad.
La  suplantación de  ident idad
está igualmente a la orden del día
en las redes sociales. M.A. Pérez,
un conocido abogado de Madrid,
narra a través de su cuenta de
Twitter cómo hace unas semanas
se había encontrado con su propia
fotografía ilustrando el perfil de otro
usuario en LinkedIn, una red social
de profesionales. Afortunadamente,
este abogado pudo percatarse del
hecho a tiempo, gracias a que contaba con perfil en esta red y a que
localizó, casi por casualidad, a
esta otra persona. Sin embargo, si
no hubiese sido usuario de la red
social, probablemente nunca se
hubiera percatado de la usurpación de identidad y el suplantador
seguiría ahora haciendo uso de su
imagen.
Algo parecido le sucedió a Alonso
H., quien descubrió que  un falso
abogado estaba utilizando sus
datos profesionales, que la Ley de
Servicios de la Sociedad de la
Información y Comercio Electrónico
le obliga a tener publicados en su
página web, como propios para
prestar supuestos servicios jurídicos
a los clientes de una sociedad
inexistente. Tras recibir la primera
llamada de uno de estos clientes
defraudados por el falso abogado,
Alonso puso los hechos en conocimiento de la policía. Este riesgo de
suplantación de identidad profesional que antes se producía de
forma puntual, ahora es inherente a
las redes sociales debido a su
estructura de celdillas especialmente diseñada para alojar y publicar datos de carácter personal y
profesional de sus usuarios, de tal
forma que cualquier persona pueda
rescatar y construir en pocos minutos un perfil completo y usarlo
como propio.
Una parte fundamental de la actividad de los usuarios en las redes
sociales lo configuran los mensajes
de estado, que son pequeñas frases
de 140 caracteres aproximadamente, a través de las cuales se comparte con el resto de la comunidad información sobre lo que cada quien está
haciendo en cada momento.  Esta
fuente incesante de información
personal ha dado lugar a numerosas rupturas de pareja, robos y
despidos. Es natural que si una persona advierte públicamente en
Twitter o Facebook de que se
encuentra en la playa junto con su
mujer y sus hijos, el nivel de seguridad de su casa en Madrid descienda
notablemente. Asimismo, representa
una herramienta idónea para la preparación de atracos y secuestros
mediante el estudio de pautas de
comportamiento.

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